Las inundaciones de los seis últimos días cambiaron radicalmente el panorama de la provincia, con fuertes focos de tormentas en la zona metropolitana y las periferias, incluyendo más de 11.000 evacuados y miles de vecinos complicados en sus hogares, especialmente en Luján, San Antonio de Areco, Mercedes, entre otros. Todos, por supuesto, atravesados por la cuenca de Río Luján.
Pero a este cuadro hay que sumar los focos de tormentas y desbordes de agua en parte del interior productivo, donde el fuerte es el sector agropecuario.
Así como las distintas áreas del Gabinete activaron un plan de emergencia en las primeras zonas, el Ministerio de Asuntos Agrarios provincial mete mano en las regiones productivas. Tras reunirse con el Comité de Emergencia Hídrica, el titular del área, Alejandro Rodríguez, informó que la decisión fue "eximir del pago del Impuesto Inmobiliario Urbano y Rural a los afectados por las propias inundaciones en el territorio".
El funcionario, además, valoró los alcances de esta disposición aplicada por su cartera. "Esta medida operará de oficio sin necesidad de que quien haya resultado afectado deba realizar algún tipo de trámite", acotó Rodríguez, no sin antes mencionar que "se decidió la puesta en marcha de una línea de un crédito especial del Banco Provincia destinado a familias y comerciantes para la reconstrucción de hogares y reequipamiento de comercios" en las áreas más comprometidas.
"La Comisión de Emergencia Agropecuaria sesionará de manera permanente hasta el 20 de agosto para tratar las solicitudes de los productores rurales de los municipios afectados", señaló.
En el mismo sentido, la administración bonaerense reforzó la seguridad con "efectivos de Infantería, Bomberos y Defensa Civil y se coordinan acciones con Fuerzas Federales", indicaron.
"Funciona a pleno el protocolo ante inundaciones que prioriza para los evacuados agua potable, alimentos, vacunas y medicamentos. Para el regreso al hogar, se realizan operativos de limpieza para la prevención de enfermedades. Los Ministerios de Desarrollo Social provincial y nacional en conjunto con los organismos de emergencias de la provincia, continúan asistiendo a las familias afectadas a través de un trabajo con los municipios proveyendo artículos de primera necesidad: colchones, agua, alimentos, pañales, frazadas, lavandinas y alimentos secos", sintetizó.
Cabe recordar que en la última semana, por las razones antes señaladas, las cuencas del Río Salado, Río Areco y Río Luján registraron precipitaciones de entre 220 y 300 milímetros, siendo que el promedio histórico en un año -según la dependencia del "Topo" Rodríguez- no pasa del umbral de los 800 y 1.000 milímetros en total.
Lo cierto es que, pese a estas explicaciones, crece el malestar entre los vecinos y familias en las regiones más dañadas por las tormentas, sobre todo porque, en algunos casos, son moneda corriente. Las inundaciones en lugares como Luján ya constituyen un problema crónico.
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