El Presidente del Colegio de Ingenieros de la Provincia de Buenos Aires, Norberto Beliera, destacó que la cantidad de inscriptos a esa carrera es la más alta en los 30 últimos años y que, por primera vez, supera a las carreras ligadas a las ciencias sociales, factor que atribuye largamente a los avances en las formaciones no convencionales de Neuquén y la Patagonia, especialmente Vaca Muerta.
"No es casual, lo venimos viendo desde hace años y los jóvenes se dan cuenta que no hay ningún ingeniero sin trabajo porque hay más demanda que oferta en ese sector", analizó el especialista.
"Esto se debe al crecimiento de nuestra profesión a raíz de una serie de situaciones como el lanzamiento del ARSAT, la explotación de combustibles no convencionales, el plan estratégico que diseñó el Gobierno nacional a través de una ayuda económica para que finalicen la carrera", señaló Beliera, que recordaba un plan instrumentado por el Poder Ejecutivo nacional en 2012.
También detalló cómo viene la mano en materia de números. "En el 2003 teníamos 1 ingeniero cada 8.000 habitantes, hoy tenemos 1 cada 6.000 y el plan estratégico es tener uno cada 5.000 y las naciones desarrolladas tienen uno cada 3.000", fundamentó y también mencionó que "con el desarrollo de Vaca Muerta, va a ser tremenda la demanda de ingenieros y otros profesionales" en el país.
"Se van a requerir geólogos, técnicos, personal calificado en decenas", siguió el experto.
Es importante indicar que Argentina, por cuestiones de índole geológica y otros factores, aparece como el país mejor posicionado del mundo para la explotación de los recursos no convencionales, tanto en gas como petróleo, sólo detrás de Estados Unidos y Canadá. Y no sólo por la disponibilidad de hidrocarburos, que es esencial, sino por la infraestructura existente en las zonas promisorias (cuyas formaciones convencionales son explotadas desde hace no menos de ocho décadas), la creación de la empresa Y-TEC (que une a profesionales del área científica de YPF con el CONICET), empresas que proveen bienes y servicios en la región y otros aspectos.
El nivel de los recursos humanos es elevado, pero si Argentina quiere desarrollar los recursos en todo su potencial, para transformarse en uno de los grandes productores del mundo, hará falta mayor cantidad de ingenieros y geólogos de los que tiene actualmente. Según estudios privados, la meta fijada por Beliera es la ideal: pasar a 1 ingeniero por cada 5.000 o 4.500 habitantes.
"Las naciones desarrolladas necesitan de ingenieros. Una cosa no es menoscabo de la otra, lo que sucede es que tenemos pocos ingenieros para el crecimiento que el país experimenta", completó.
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