En medio de la toma del gremio municipal, que llegó a su día cuatro y complementa un paro por tiempo indeterminado, Pablo Guacone pidió formalmente una solicitud de licencia a su Concejo Deliberante por "razones de salud", agregándole una dosis de incertidumbre política a un municipio acuciado, paralelamente, por una fuerte crisis económica.
Son problemas financieros que, en el caso particular de San Pedro, decantaron con atrasos en el pago de los salarios, una situación que encuentra ahora su punto más álgido.
Sucede que las demoras comenzaron en abril de este año e impulsaron el malestar de los dos principales gremios con representación local, incluyendo el sindicato único de trabajadores municipales y ATE. Pero este mes, que abarca la segunda parte del aguinaldo antes de las celebraciones, trajo más tensión en las filas de la conducción.
Según el secretario de Hacienda, Roberto Borgo, recién estarían en condiciones de abonar todas las sumas correspondientes a noviembre para el jueves 18.
Y reiteró que el escenario actual, en realidad, tiene que ver con problemas de recaudación por desfasajes en el aumento de las tasas locales. "El municipio es uno de los peores en términos de generación de recursos y los fondos coparticipables no alcanzan, los costos en salud, al tener el hospital, son importantes", mencionó el funcionario.
"No ha crecido la recaudación y hemos venido arrastrado déficits de períodos anteriores que hoy se plasman en un 25 por ciento del presupuesto total", indicó Borgo.
Anoche, el Gabinete completo de la Municipalidad había puesto su declinación a disposición del Intendente local para facilitarle su tarea en medio del escándalo institucional, que será materia de análisis para el cuerpo deliberativo local, donde Guacone perdió la mayoría en manos del bloque Frente de Todos y suma otra complejidad a la hora de pensar en su situación política.
Cabe recordar que esta medida de fuerza arrancó durante la semana pasada, casi de manera desdoblada. Porque mientras el sindicato local de municipales -ligado a la Federación de Sindicatos Municipales Bonaerenses que conduce Rubén García a nivel provincial- tomó no sólo la sede del distrito sino incluso el despacho del Jefe comunal, ATE propuso un acampe frente a la casa de este último, con carteles, huevazos y pintadas.
Es importante señalar que el descontento de los trabajadores, con bajos ingresos y no liquidados a tiempo, el efecto negativo derrama sobre toda la economía del municipio donde la actividad agropecuaria, frutihortícola y turística es importante pero otros de los motores es, indudablemente, el empleo público. A esto hay que agregar el mal humor de los vecinos por los servicios que, en medio de la huelga, la administración municipal deja de prestar: recolección domiciliaria, poda de pasto molesto, barrido y limpieza general de las calles.
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