En contacto con el diario El Eco, Nicolás Funaro, a cargo de la coordinación de la Asociación de Hoteles, y de José Baena, responsable de la Asociación de Cabañas, señalaron que desde las elecciones del balotaje de noviembre "hubo una caída estrepitosa" de la actividad turística, al tiempo que acotaron que "más allá de la inflación", hasta octubre la ocupación y el consumo "venían con un nivel excelente, no nos podíamos quejar", admitieron ambos empresarios.
"Después del fallido fin de semana largo del balotaje, ahí murió la actividad. Las reservas para enero se plancharon y algunas se cancelaron", agregaron Funaro y Baena.
La perspectiva para lo que resta del período estival es realmente negativa para ambos sectores, desde donde proyectan "la peor temporada en 20 años".
En las primeras comparaciones interanuales, los registros indican que durante esta última semana de diciembre la cantidad de reservas en 2022 para el mes de enero del 2023 era muy superior a las actuales. "Ahora hay casos de establecimientos que no concretaron ninguna reserva para el mes de febrero", graficaron desde ambas asociaciones.
En el caso de la Asociación de Cabañas, Baena precisó que mientras en octubre pasado se recibían por día entre 25 a 30 consultas, actualmente ese tipo de establecimiento recepciona un promedio de cinco llamados cada 24 horas.
"La actividad necesita que la gente tenga poder adquisitivo para consumir. Ni en la crisis del 2001 se vio una caída así. Ni en la crisis del campo, que fue un parate importante", agregaron los empresarios turísticos. (InfoGEI)
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