(InfoGEI) El lunes primero de junio, alrededor de las 3 de la madrugada, Ezequiel Corbalán y Ulises Rial iban en moto a la casa de otro amigo. En el camino, un operativo policial quiere detenerlos para identificarlos porque estaban incumpliendo el aislamiento preventivo. Por temor a que le secuestren la moto que usaba para trabajar como repartidor, Ezequiel aceleró y esquivó al personal policial.
En ese momento, los efectivos de la Policía Local lanzan un operativo cerrojo para detener el vehículo. La persecución dura pocas cuadras ya que un patrullero que venía de frente y sin las sirenas ni luces azules prendidas se cruza de carril intencionalmente para cerrarles el paso, Ezequiel maniobra para evitar el choque, pero impacta sobre el costado izquierdo del patrullero. Los dos jóvenes salieron despedidos y golpearon contra el asfalto: Ulises murió casi en el acto, tenía 25 años; Ezequiel de 30 también terminó falleciendo cuatro días más tarde.
La causa, está actualmente caratulada como doble homicidio culposo. El fiscal aún no pidió la detención de los agentes policiales que aún continúan en funciones.
La Comisión Provincial por la Memoria (CPM), en su carácter de Mecanismo Local de Prevención de la Tortura de la provincia de Buenos Aires, se presentó como patrocinante de las familias de las dos víctimas y se reunió ayer con el fiscal y el Secretario del Juzgado de Garantías N 1 Román Parodi.
Durante esa reunión, la CPM remarcó la necesidad de inscribir el hecho como un caso de violencia estatal y uso letal de la fuerza. "El homicidio de los dos jóvenes no fue un accidente. Fue un homicidio doloso calificado por ser ejecutado por funcionarios policiales", manifestaron desde la CPM.
"La persecución policial que termina con la muerte de los dos jóvenes es una muestra más de la desprofesionalización de la fuerza y la falta de racionalidad y proporcionalidad en el uso de la fuerza" denunciaron desde la organización, al tiempo que agregó que "este caso es un claro ejemplo de ese accionar arbitrario y discrecional: el simple hecho de esquivar un control policial no puede justificar el operativo que se desplegó posteriormente y que causó este doble crimen".
"Sólo entre 2016 y 2019, el registro de casos de uso letal de la fuerza de la CPM, arroja que en la provincia de Buenos Aires hubo 27 muertes ocasionadas por policías con sus patrulleros. Este número significa casi el 6% del total de las muertes relevadas", describieron.
"El doble homicidio de Ezequiel y Ulises se suma a esa lamentable lista. La gravedad del hecho amerita que se tomen todas las medidas necesarias para garantizar la rapidez y eficacia en la investigación judicial y condenar a los responsables. Cientos de vecinos marcharon por la ciudad reclamando justicia por este doble crimen que aún permanece impune", finalizaron.
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