(InfoGEI) Vecinos del paraje La Porteña, en Tandil, denunciaron que desde hace un tiempo se viene realizando fumigación con glifosato en un campo situado a tan sólo un metro de la Escuela 33, situada en el kilómetro 122 de la Ruta 30. Asimismo, aseguraron que temen por los efectos en la salud a largo plazo que puedan provocar los agroquímicos.
Silvia Gómez, una de las vecinas, explicó que, si bien hay varios campos en la zona que están siendo fumigados y que sienten el olor a veneno, tienen especial preocupación por el que está situado lindante a la Escuela 33.
"Están los niños expuestos a los venenos. Si bien se fumiga en general los fines de semana, el veneno queda, así que estamos pidiendo que, aunque sea, se respeten los 150 metros de distancia respecto a las escuelas, que establece la ordenanza actual", aseguró Silvia Gómez en diálogo con el Eco de Tandil.
LA ORDENANZA
Frente a ese panorama, presentaron una carta al Municipio firmada por más de 30 familias hace aproximadamente un mes, en la cual solicitaban que se cumpliera con la distancia establecida en la ordenanza vigente de 150 metros respecto a escuelas y 300 respecto a zona urbana.
"Hicimos una nota, la firmamos los vecinos, la llevamos al Municipio, luego de unos días el director de Medioambiente se comunicó con nosotros para informarnos que había sido sancionado el dueño del lote lindero a la escuela, y que esa sanción la iba a dictaminar un juez", explicaron.
En la ordenanza 219/11, el Municipio exige que en caso de tener que llevar adelante fumigaciones a menos de 150 metros de las viviendas, el productor debe informar con 24 horas de anticipación ante las autoridades, presentar el plano de la zona e información sobre el químico que se usará.
La fumigación con agroquímicos como el glifosato es una acción que afecta directamente la salud de quienes quedan expuestos a sus efectos. A pesar de la existencia de medidas legales, el uso de estos materiales tóxicos es moneda corriente en las áreas rurales bonaerenses.
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