El gremio de Mirta Petrocini mantiene la medida de fuerza y completa las 72 horas de paro anunciadas días atrás. No hay solución en el horizonte. Así, algunas escuelas continúan sin clases.
11-03-2015
Este miércoles, en un conflicto sin aparente solución a la vista, la FEB terminará su paro de 72 horas convocado en rechazo a las cifras de aumento acordadas entre la Gobernación y el resto del Frente Gremial Docente, que el sindicato -liderado por Mirta Petrocini- integra desde su conformación en 2001. Es el tercer día consecutivo de cese en los colegios donde tienen representación, en un plan de lucha calcado del realizado durante la semana pasada.
Como hace una semana, el acompañamiento a la medida de fuerza es limitado y no alcanza para complicar el normal desenvolvimiento de las clases.
Sucede que los otros gremios del frente mantienen su poderío en la mayoría de las escuelas, un dominio que ciertamente es casi total en el Gran Buenos Aires. Eso aplica a UDA, SADOP, AMET y, principalmente, el gremio SUTEBA, que conduce el dirigente Roberto Baradel y representa a la mayoría de los maestros provinciales.
SUTEBA es el sindicato que, virtualmente, dio por finalizada la negociación salarial a fines de febrero, tan sólo tres días antes del comienzo de clases, que fue el lunes 2 de marzo. Si bien los otros tres gremios habían aceptado la suba salarial acercada por el Gobierno provincial, faltaba que el gigante de Baradel pusiera el gancho en actas, cosa que finalmente ocurrió el viernes anterior a la fecha clave -según el gremialista, el 93 por ciento de las divisiones consultadas levantó el pulgar y selló el conflicto-.
El aumento ascendió a casi un 38 por ciento, aunque en tres cuotas. La primera corre para los dos últimos meses, es decir enero y febrero, y comprende el incremento del 7 por ciento a cuenta consensuado a principios de año, mientras que la segunda entra en vigencia a partir de este mes y el último tramo queda para el mes de agosto.
En este caso, la FEB dijo que no y soltó una catarata de críticas contra las autoridades bonaerenses.
El diputado provincial del sciolismo, Guido Lorenzino, abrió la semana pasada con el anuncio de que pedirían la interpelación para Petrocini y la cúpula de esa central docente. Eso no sucedió formalmente pero sí hubo un acercamiento a mediados de la semana cuando, el jueves pasado, la Dirección General de Cultura y Educación recibió a la plana mayor del sector.
La provincia, sin embargo, no reabrió la discusión salarial sino que ratificó el acuerdo logrado con el grueso del universo gremial.
Tras consultar con las bases, Petrocini anticipó que habría paros esta semana y promete que las medidas de fuerza continuarán a menos que haya voluntad por parte de calle 6. No sólo eso: la sindicalista también adelantó la presentación de una denuncia por presunto hostigamiento contra los educadores de su rebaño, quienes habrían recibido amenazas y agravios.
Como están las cosas, la relación entre ambas partes parece no tener puerta de salida. Dependerá del pulso de la Gobernación. Lo cierto es que, salvo por algunos colegios del interior, el paro no mueve el avispero.
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