Tres días después de la denuncia, siguen los coletazos por el polémico informe del programa Periodismo para Todos, el ciclo que conduce Jorge Lanata por Canal 13 y que sacudió el tablero a una semana de las primarias. En él, el testimonio de Martín Lanatta -condenado judicialmente por el Triple Crimen de General Rodríguez- y José Luis Salerno -ex policía bonaerense exonerado y vinculado a varias causas de narcotráfico, incluyendo el robo de medicamentos del hospital Posadas- comprometieron a Aníbal Fernández, señalado, de buenas a primeras, como el autor intelectual de la masacre.
Mientras avanzan los días, aparecen nuevas precisiones que dejan un manto de sospecha sobre la emisión y las intenciones de los entrevistados. También saltaron conexiones políticas, como el hecho de que la entrevista a Salerno, por ejemplo, fue realizada en la casa de Elisa Carrió -referente opositora- o que Lanatta jamás había mencionado a Aníbal durante el juicio.
Lo cierto es que Lanatta también apuntó a quien fue su abogado defensor, Roberto Casorla. Dijo, en concreto, que no mencionó a Fernández por recomendación del letrado, cosa que este último desmintió tajantemente.
Casorla, en diálogo con Buenos Aires 2punto0 Formato Radio, aportó algunas claves adicionales. "Encontrarme vinculado en un contexto político como este, no es mi trabajo; tener que desautorizar a un cliente, pero bueno. Pero la verdad yo lo defendí con honestidad profesional, cosa que él no tuvo; yo no sé si es verdad, pero yo vi otra versión de él que fue la que pude probar, porque él no lo conocía a Aníbal Fernández", arrancó tras reflexionar que su trabajo, a veces, presenta "sinsabores como este".
El testimonio de Casorla es particularmente valioso porque termina de poner blanco sobre negro en algunas cuestiones. Confirmó que Lanatta nunca mencionó a Aníbal Fernández tanto antes del juicio como durante -en público y en conversaciones privadas, incluyendo un encuentro que protagonizó en la casa de Cristian Lanatta, hermano de Martín, junto Paulo Kablan, periodista de policiales del canal C5N-, que el nombre del Jefe de Gabinete jamás fue mencionado por alguno de los testigos y que sólo surgió en las interrogaciones a causa de la acusación pública realizada por Carrió.
"De hecho, eso fue parte de lo que se intentó hacer en el transcurso de todo el juicio, teniendo en cuenta que el primer día que lo detienen a Martín Lanatta, el doctor Bidone le dice "¿Querés algo?", y él le responde "Sí, un sándwich y una coca". Entonces él le dice "Bueno, decime que tenés para decirme de Aníbal Fernández y yo te doy lo que vos quieras". Juan Ignacio Bidone es el fiscal de la causa, que siempre lo quiso sacar como testigo a Aníbal Fernández, pensando que "La Morsa" era Aníbal Fernández. A Aníbal Fernández lo introduce la doctora Elisa Carrió, lo dijo en todos los contextos posibles, habidos y por haber, desde el día del triple crimen hasta el día de hoy", explicó.
"Es la palabra de Carrió como siempre es la palabra; es la palabra, porque no terminó probando nada", argumentó Casorla.
Del mismo modo, también aclaró la injerencia de Graciela Ocaña, ex ministra de Salud y otra de las personas mencionadas. "Ocaña lo mencionó a Aníbal Fernández, diciendo que ella le reportó una cantidad de información vinculada a un mensaje respecto a que la cantidad de kilos que se estaban importando de efedrina desde 2004 a 2008 eran muy por encima de lo que necesitaba la farmacología nacional para la fabricación de medicamentos", aseguró.
"Si Martín Lanatta sabía muchas más cosas que excedían el marco del triple crimen, a mí no me las contó; pero él le hizo saber a Jorge Lanata que yo tenía conocimiento de todo esto, cuando yo hice exactamente lo contrario. Le dije que dijera todo, porque es la verdad. Todo lo contrario, absolutamente todo lo contrario. Se demuestra que fue una operación de prensa, donde Lilita recibe a un narcotraficante en su casa para que diga todo esto, sin nada que perder", aseveró.
"Toda la información que hoy puede llegar a ser suspicaz respecto a lo que ha dicho o no Martín Lanatta, con el correr de las horas se demuestra que fue una operación de prensa donde Lilita Carrió recibe a un narcotraficante en la casa y lo utilizan a Martín Lanatta, que no tiene nada que perder, seguramente por algo a cambio, para que diga pavadas como las que dijo", comentó.
No habló solamente de Lanatta, sino del otro hombre de la polémica, el antes citado Salerno. "No es mi trabajo defendido, yo puedo decir lo que sé y lo que vi como lo saben ustedes. Es un policía exonerado por corrupción. Es una persona que compraba medicamentos robados y después estuvo participando en la adulteración de medicamentos y se asoció con Damián Ferrón para hacer un negocio con la efedrina. El tipo sabía un montón de cosas que las calló en el juicio, y ahora viene a decir. ¿Por qué no las dijo en el juicio, si yo le pregunté?", arremetió.
"Está vinculado en todas las causas: robo de medicamentos, tráfico de efedrina, los robos del medicamentos al hospital Posadas para venderlos en las farmacias; al Estado, a la gente como consumidor final, que es asimilable. Porque quitarle la salud a la gente, es quitarle la vida, y quitarle la vida es un homicidio. Está claro en una correlación progresiva y en una proyección. Este tipo es tan asesino como todos los demás", manifestó.
"No surge el nombre de Aníbal Fernández en toda la causa. Graciela Ocaña mencionó a Aníbal Fernández diciendo que ella le puso en conocimiento y que armaron una comisión de control de Policías. Y fue mencionado en algunas oportunidades, pero nunca vinculado a una responsabilidad penal. Fue mencionado en algunas oportunidades pero nunca como responsable. Se está poniendo en duda mi palabra de por qué yo salgo a desmentir una estupidez. Estamos cansados, me canso como ciudadano argentino de que me vendan pescado podrido. Martín Lanatta está condenado, que yo crea que es inocente es otra cosa; está condenado y punto. Acá hay otra cuestión, ¿por qué compramos mentiras para perjudicar a la gente en un marco electoral? Lanatta lo dice a cambio de algo. Fueron muchas veces a verlo, esto no se decidió espontáneamente en la última semana, fueron muchas veces a verlo. Y él jamás me lo comunicó a mí esto, no es un dato menor para nada y además que no sabe si puede confiar en un periodista y cuáles son las consecuencias que le va a traer en el futuro. Supongamos que fuera por dinero, ¿para qué? Pero después, ¿qué ocurre con un tipo que está hablando cosas que no son ciertas? ¿Qué podés esperar? Institucionalmente estás atacando a un funcionario en ejercicio de sus funciones, el respeto por la ley, un montón de paradigmas ¿Qué podés esperar de un tipo que dice cosas de un funcionario en ejercicio de las funciones? Estoy hablando de lo desatinado y desautorizado que fue su mensaje. El no tenía una obligación, pero sí tenía una obligación de decirme que me iba a mencionar y que decida", insistió.
"Se mandó directamente. Como hizo esto. Él con su vida y con su palabra, con su familia, puede hacer lo que le parezca. Si quiere mentir, fabular, está bárbaro pero que no me meta en el medio a mí", continuó.
"Se pone en duda mi palabra. Me canso que me vengan a vender pescado privado", acotó.
"Pudo haber ocurrido cualquier cosa. Este tipo dijo cosas que, a mí, no me constaban", remató.
"Y dudo, y creo que no son ciertas. Siempre decía lo mismo, que no lo conocía a Aníbal Fernández. Inclusive ayer en una charla amistosa con un periodista de policiales, Paulo Kablan. Yo lo llevo a la casa de Cristian Lanatta, porque estaba beneficiado por un problema de salud, pero lo cierto de todo esto es que Paulo ayer, cuando me crucé y me comentaba "Te acordás cómo juraban y perjuraban que no tenían nada que ver con Aníbal Fernández". Y eso lo decían sin ningún tipo de compromiso para que no se politizara la causa y ellos no fueran rehenes de la política. Esto fue un mes antes del juicio, cuando fuimos a la casa del hermano de Lanatta. Estábamos comiendo una picada, llama Martín Lanatta y dice "Me quieren dejar pegado, voy a ser un preso político, y no lo conozco, no sé quién es, no tengo nada que ver". Lo decía en función de lo que se decía mediáticamente", reveló.
Y concluyó: "No me interesa defenderlo a Aníbal Fernández, yo no lo conozco; no tengo nada para adjudicarle, porque no tengo prueba alguna. Si yo no salgo a aclarar, quedo pegado y esta mentira se instala como verdad categórica porque todo lo que dice Lanata, al otro día, es tapa de Clarín".
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