Esta mañana la Federación de Sindicatos Municipales Bonaerenses (FESIMUBO) replicó su repudio a los sucesivos despidos en la Municipalidad de Tigre, bajo la modalidad conocida como fraude laboral. Que consiste en no renovarles el contrato a empleados que estaban -en algunos casos- desde hacía más 15 años en el distrito, en situación de absoluta precariedad.
Es una característica central de la comuna, donde sólo el 10 por ciento de los trabajadores está en planta permanente. El resto, por el contrario, depende de los contratos temporales y está sometido a la discrecionalidad local.
El líder de la federación, Rubén García, calificó como "inconcebible que se sigan aplicando estas políticas anacrónicas y neoliberales de los años noventa contra los trabajadores, más aun proviniendo de un sector que dice ser la nueva política o su renovación" en el ámbito nacional. "Tigre aplica la ley 11.757 de flexibilización laboral contra los trabajadores del distrito siendo que esa nefasta ley fue declarada inconstitucional por la Suprema Corte de Justicia de la Provincia de Buenos Aires y derogada en noviembre pasado por la Legislatura bonaerense", apuntó.
"Ahora se entiende por qué los legisladores massistas votaron en contra de los trabajadores municipales", arremetió el "Cholo" García.
"Los diputados y senadores del Frente Renovador fueron los únicos que votaron contra la derogación de la nefasta ley 11.757 que precarizó el empleo municipal, y en contra de la sanción de un nuevo Convenio Colectivo de Trabajo que restituye derechos a los trabajadores. Al parece quieren volver al pasado, a los años noventa, donde el trabajador era material descartable y de bajo costo, eso es lo que proponen", continuó.
Mostraron su "solidaridad" con "los trabajadores municipales despedidos mediante la modalidad de rescindirles el contrato luego de tenerlos por años en estado de precariedad laboral".
Uno de los que trasladó la noticia y su malestar fue Horacio Daniel Benedetti, a cargo de la Asociación de Trabajadores Municipales de Tigre. Benedetti apuntó contra todas las líneas del Gabinete local, en especial la Secretaría de Política Sanitaria y Desarrollo Humano, conducida por Malena Galmarini, nada menos que la esposa de Sergio Massa en el municipio que gobierna Julio Zamora.
"Entre los primeros 17 trabajadores que pudimos contabilizar que fueron blanco del despido, o no renovación del contrato, se encuentran trabajadoras embarazadas, personal con carpeta psiquiátrica, un trabajador que recién se incorporaba luego de una licencia por accidente (ART). La mayoría de los trabajadores que quedaron cesantes cumplían funciones en la Secretaría de Salud", criticó Benedetti.
Y también recordó que, desde hace un año, trabajan para que sea reincorporado un trabajador que "fue dejado cesante en forma injusta y discriminatoria" tras conocerse que tenía HIV.
"Paralelamente a los masivos despidos encubiertos, inversamente a lo que sucede con los trabajadores, el municipio inició sugestivamente un apresurado pase a planta permanente de su personal político", concluyó.
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